Ahora el confinamiento parece haber quedado atrás; un mal recuerdo, una pesadilla. En mi caso particular, percibo esto porque he podido ir a un par de conciertos, como antes de la pandemia y eso me hace muy feliz.
Hay algo particular en esta vuelta a los shows; hace poco La Madre Tirana, que es una de las bandas más representativas de la música independiente actual en Cuenca hizo un listening party de pre lanzamiento de su próximo álbum (que será lanzado el 22 de abril), algo que dejó de ser frecuente hace algunos años, pero que en lo personal considero muy interesante.
Por otra parte, distintos artistas como Mauro Samaniego y Ludovico han anunciado respectivamente eventos junto a invitados especiales en locaciones secretas. Esto es algo que no puedo dejar pasar desapercibido, ya que siento que si bien no estamos inventando el agua tibia, estas maneras de interactuar con el público demuestran una especie de cercanía que el artista busca reavivar luego de casi dos años de lejanía y virtualidad.
Tal vez esto se debe a que las ubicaciones de los conciertos no son necesariamente bares o teatros, sino que evocando a la recursividad se ha optado por adecuar espacios como cafeterías o incluso casas privadas; sin embargo, considero que es una forma de ir contra la corriente, como se ha acostumbrado siempre en la música nacional independiente.
En conclusión:
La reactivación en el panorama de la música local se viene con todo, está en nuestras manos colaborar para dar el paso adelante y por qué no estar mejor que antes.
¡La Caracola ha hablado!
Por: Juan José Avilés