Funka Fest 2022: Lo bueno, lo malo y lo mejor

Quiero empezar diciendo: Qué falta le hacía un festival a Guayaquil…

El Funka Fest se estaba volviendo una tradición en los eventos de la ciudad y del país; la inclusión de artistas de distintas ciudades hace que los ojos de todos los seguidores del panorama nacional de música independiente se fijen en ellos. En esta edición, hubo representantes de Cuenca, Quito, Guayaquil y Loja, además de los internacionales que atraen a público ajeno a la música local.

Una buena apuesta fue traer exponentes de reggae, reggaetón y música electrónica, siendo sin duda el venezolano Danny Ocean quien más público atrajo y el más vitoreado de la velada.

Mencionando lo bueno, lo malo y lo mejor, ahí arriba han visto un poco de lo bueno.

Dentro de lo malo debo decir que el escenario principal tuvo notorias fallas en el sonido durante las presentaciones de Cementerio de Elefantes, Tayos Tayos Tayos, Cometa Sucre y Chloé Silva, sin restarle méritos en lo absoluto a los artistas, quienes mostraron estar a la altura de un festival de primer nivel no solo en sus actuaciones, sino también en la puesta en escena, visuales y distintos elementos. Cosa que también lleva a mencionar algo malo, como los horarios de ciertas bandas nombradas. Refiriéndome a tener que restar puntos a estos shows, ya que sus luces e imágenes hubieran sido más apreciadas al anochecer. Una vez más, cabe recalcar que esto fue responsabilidad de la organización.

Ahora sí, pasando por lo mejor, hay muchos factores que pueden posicionar al Funka Fest como una de las noches más memorables en lo que va del año:

La variedad en la oferta

Desde pop folk, hasta rock y reggaetón. Los más de seis mil asistentes pudieron elegir entre llorar con Bratty y Ed Maverick, prenderlo todo con Cultura Profética y Ganjah Roots, hasta perrear con Danny Ocean y The Change. Hubo de todo, hasta para los que nos creemos únicos y diferentes disfrutando de lo nacional con la genial La Madre Tirana o el sorprendente retorno de La Máquina Camaleón en un formato de ensamble con vientos, coristas y más.

Sold out

Según fuentes oficiales, se vendieron todos los boletos que la organización había distribuido, superando su meta en cuanto a asistentes, algo que fue más palpable durante la noche, puesto que en las primeras horas del festival había una prometedora cantidad de público, pero no estaba cerca de un lleno total.

Esperanza

Desde mi perspectiva, el Funka Fest oficialmente abrió la puerta para posicionar nuestra ciudad como una parada fija en lo que a festivales respecta. Espero con ansias ver cómo resultan los próximos eventos de este año. Ecuador necesita unirse a la cultura festivalera y acercarse al nivel del resto de países de Latinoamérica.

Que vengan más eventos grandes post pandemia, por favor.

Cansada por la tremenda cobertura de ayer

¡La Caracola ha hablado!

Por: Juan José Avilés Navarrete

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