Una de las voces que representa no sólo una generación, sino varios de los momentos más importantes de la escena musical ecuatoriana, su niñez, su adolescencia, su madurez siempre de lado de su arte, donde importa el artista/humano y no la tendencia.
Pamela Cortés, ha demostrado y se ha demostrado que en su fuerza, no sólo vocal, sino en la rebeldía del artista, existen ganas de evolucionar, ganas de vivir.
Tripea al ser humano, que tiene una maravillosa voz, que compone, que produce, que tiene un ángel, y divierte su presencia en este episodio.
